¿Alguna vez os habéis preguntado por qué los bebés están continuamente quitándose el calzado y los calcetines? Para nuestros peques, llevar los pies descalzos es algo natural y no hacerlo supone una barrera al conocimiento del medio que les rodea.
El hecho de ir descalzos les permite un mejor desarrollo motor y cognitivo, pues obtienen información táctil y desarrollan la coordinación visual-motora con la posición y movimiento de los pies con relación al espacio. Por ello, se aconseja que caminen con pies descalzos por diferentes texturas para mejorar sus habilidades cognitivas.
Evolución de la pisada
El proceso de evolución del pie va acompañado del desarrollo de nuestro cuerpo desde los inicios:
- Gestación: Durante la formación del feto, se crea la estructura del cuerpo y la forma de moverse de la madre puede condicionar la posición del bebé, lo cual puede ser uno de los condicionantes de sus futuros hábitos posturales.
- Parto: El hecho de que el parto sea instrumentalizado también puede afectar al desarrollo motor de los bebés.
- Reptar: Previamente a gatear, los bebés toman contacto con el suelo reptando. De esta manera, desarrollan la vista y la musculatura del cuello.
- Gatear: Cuando la musculación madura, comienza el gateo. Aquí desarrollan la musculatura de tronco, brazos y piernas. Además, coordinan los movimientos cruzados.
- Andar: Cuando el bebé se mantiene erguido, comienza el proceso de aprendizaje para caminar. Lo mejor es que dejemos sus pies descalzos, en la medida de lo posible.
Alteraciones en la pisada en niños
Durante el desarrollo, pueden aparecer alteraciones en la pisada, causadas por:
- Componente genético.
- El estilo de vida: ejercicio que realicen, malos hábitos…
- Saltarse fases de desarrollo: Complicaciones del embarazo o parto, no reptar o gatear, caminar demasiado pronto…
- Factores externos como el calzado.
¿Cómo sabemos si existe alguna alteración en la pisada y qué implica?
Debemos acudir a nuestro/a pediatra o podólogo/a pediátrico si observamos estos signos de alterta:
- Que caminan de puntillas.
- Pisan con los pies hacia dentro.
- Pasados los 5 o 6 años los pies siguen muy planos.
- Malas posiciones de los dedos.
Una alteración o patología de la pisada puede causarnos molestias a medio y largo plazo, incluso en la edad adulta, como dolores musculares o de articulaciones, problemas para practicar deporte, molestias al estar de pie mucho rato o desgaste del calzado, entre otros.
Beneficios de los pies descalzos
Los niños que caminan desde la primera infancia con los pies descalzos tienen el pie un poco más ancho y un mayor arco, con lo que tienen menos riesgo de sufrir deformidades del pie o los dedos, además de otorgarles mayor flexibilidad al andar. Otras ventajas son:
- Mantienen mejor el equilibrio.
- Saltan más lejos.
- Caminan de manera más estable.
- Mantienen la temperatura corporal estable más tiempo.
- Favorece el desarrollo del sistema nervioso.
- Fortalece músculos y articulaciones.
- Mejora la postura.
- Previene lesiones.
- Desarrolla mejor los sentidos y conecta con el entorno.
Y no, no se van a resfriar más por ello. Por los pies no entran los virus 😊
¿Cuál es entonces el mejor calzado para niños?
Aunque fomentemos que los peques lleven los pies descalzos, no pueden llevarlos siempre. Por eso es importante también que compremos el calzado más adecuado para no condicionar los patrones de pisada ni el desarrollo del pie.
Un buen calzado infantil debe ser:
- Cómodo, que no quede ni apretado ni holgado.
- Flexible, que pueda doblar bien el pie y no tenga suela dura.
- Con horma ancha.
- Ligero.
- Que sujete bien.
En la revisiones pediátricas suelen revisar la pisada y, sobre los cuatro años, te indican si aprecian alguna alteración para que tomes medidas con un/a podólogo/a infantil que pueden estar complementadas con sesiones de fisioterapia infantil para una atención integral.
Si tienes más dudas, como especialistas en fisioterapia pediátrica, puedes consultarnos aquí.