Conformarse no es la solución. Conocer qué y por qué sucede es el primer paso para recuperar el control.
La incontinencia urinaria consiste en el escape involuntario de orina y es uno de los síntomas con mayor incidencia en nuestra sociedad, pudiendo estar presente en todas las etapas de la vida y afectando tanto a hombres como mujeres.
Estas disfunciones relacionadas con el sistema urinario, merman la calidad de vida de las personas provocándole repercusiones importantes a nivel personal y social.
Afortunadamente, el conocimiento Fisioterapéutico sobre esta dolencia y los avances en su tratamiento permite conseguir unos resultados extraordinarios en los pacientes que la padecen.
TIPOS DE INCONTINENCIA URINARIA
- Incontinencia de esfuerzo: ante la risa, estornudo, subir y bajar escaleras, correr.
- Incontinencia de urgencia: no poder controlar el escape de orina ante estímulos externos como oír el agua correr, o al llegar a casa.
- Incontinencia urinaria mixta: se pueden tener pérdidas tanto por urgencia como por realizar un esfuerzo como se describió anteriormente.
¿Cuáles son las CAUSAS de INCONTINENCIA más habituales?
- Debilidad muscular del suelo pélvico por lesiones obstétricas como la episiotomía, el embarazo, un déficit de estrógenos (como en la menopausia)
- Estreñimiento crónico
- Deporte de impacto
- Tos crónica, o asociada a enfermedades o fármacos.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Es muy importante realizar una buena historia clínica y un exámen físico: preguntas acerca de los hábitos individuales y de la ingesta de líquidos (cafeína, alcohol…), exámen de pelvis exhaustivo, cirugías previas…
¿Qué opciones de TRATAMIENTO existen desde las Fisioterapia?
En la mayoría de los casos de incontinencia urinaria se indica un tratamiento mínimamente invasivo, comenzaremos con un diario miccional, en el cual anotaremos la frecuencia/cantidad diaria.
A partir de ahí, el Fisioterapeuta trabajará con técnicas de biofeedback y ejercicios especiales para controlar la activación vs relajación de las fibras que contraen el suelo pélvico, incidiendo También el control postural mediante el tronco 5P.
Además de modificar comportamiento en ingesta de líquidos o toxinas que provoquen irritación de la vejiga.
En unas cuantas sesiones el/la paciente empezará a notar resultados sorprendentes, olvidando los signos iniciales y sobre todo mejorando en su calidad de vida.
¡Hay que dejar de normalizar las pérdidas de orina!